27 de mayo de 2010

Empujón al precipicio



¿Por qué chucha surge este sentimiento de soledad en mí? No es primera vez que me pasa...

Me siento tan incompetente. Una mera dificultad, alguna materia que no entienda o un ejercicio que no me salga me ofuzca, me enclaustra y me aprisiona en la más absurda de las angustias humanas. 

Preguntas vienen a mi mente de inmediato y eso me hace sentir peor. ¿Tan penca soy?, ¿por qué mierda no me resulta?, ¿a quién le pido ayuda en esto?, ¿tengo a quién pedirle ayuda?... todo esto mientras estoy solo en mi habitación, escuchando musica y haciendo cualquier cosa menos seguir intentando resolver mis ejercicios. Los esquivo; y los esquivo porque el acercarme a ellos sólo provoca que me sienta más estúpido. La materia no me entra, colapso, me bloqueo.

Quiero dormir, pero eso no ayudará a resolver mis ejercicios. Y bueno, seguir despierto autoflajelándome tampoco lo hará.

Me pesan los ojos. Me siento cansado. No quiero estar aquí ahora. No quiero hacer esto ahora. Quiero llorar, pero no quiero llorar solo, el problema es que solo estoy.

Leo un mensaje y me achaco más, debido a que las letras digitales, las fotos, las imágenes con movimiento... todas esas cosas solo resaltan el hecho de que no hay nadie frente a mí en estos momentos. Aunque pensándolo mejor, es bueno que nadie esté frente a mí ahora. Si solo en mi pieza me siento patético, aún más patético me sentiría bajo los ojos opinantes y juzgadores de alguna persona que me miraría mientras caigo.


No quiero sentir esta cosa... no quiero seguir despierto... solo quiero desaparecer unas horas.





21 de mayo de 2010

Un hermoso lugar



Siempre me ha gustado viajar y conocer lugares nuevos, esto porque me agrada llenar de nuevas imágenes mi siempre laboriosa y ocupada cabeza, acabando así con los problemas y la monotonía que intenta envolverme de vez en cuando.

Me gusta, por ejemplo, caminar y disfrutar de desconocidos paisajes excentos de toda urbanidad, mientras que en otros momentos, dependiendo ya de mi estado anímico, suelo maravillarme con ocultos barrios capitalinos poseedores de antiguas y coloniales fachadas, las que se esconden de la vista indiferente de la gran masa que deambula ensimismada por las arterias del gran Santiago. No obstante, en el último tiempo he comenzado, extrañamente, a visitar de forma reiterada un mismo y único lugar, rompiendo así con mi antigua y peculiar manía. Y es que este lugar me ha cautivado de tal forma que hoy en día me siento instado a visitarlo y recorrerlo una y otra vez, sin cansarme ni aburrirme de hacerlo.

Realmente no entiendo muy bien cómo comenzó este gusto que me ha alejado de mi antigua rutina, pero desde que lo vi aquella primera vez, quedé absolutamente embelesado, tanto que lo único que sí sé es que ese lugar simple y llanamente... me gusta.

Me gusta detenerme y contemplar minuciosamente esos encantadores parajes; me gusta admirar boquiabierto aquellas brillantes estrellas que observan risueñas lo que ocurre bajo ellas; me gusta surcar pausadamente aquellas curvas, altos y bajos que componen esa hermosa geografía; y me gusta sentir el embriagador aroma proveniente de esos secretos, íntimos y vírgenes campos. El lugar no tiene otro apelativo que el de hermoso.

En la actualidad, no ha dejado de estar en mi mente aquel hermoso lugar. No dejo de querer visitarlo, es más, he llegado, en ocasiones, a extrañarlo incluso después de haberlo dejado sólo unos minutos antes.

Algo me dice que aquel espectáculo que atrapa mis sentidos de seguro me tendrá fascinado por un largo tiempo.


18 de mayo de 2010

Sonrisa


Es que fue tan simple.

Lo único que hiciste fue tomar mi lápiz y trazar una línea bajo mi dibujo y con eso, con sólo eso, transformaste completamente el triste rostro que antes había bosquejado. Te miré sin ocultar sorpresa ni admiración. Tú, en tanto, respondiste a mi mirada con un silencio y una sonrisa, igual a la que dibujaste segundos antes en mi cuaderno. Me percate, al verte entonces, de lo sencillo que es en ocasiones sonreir y ser feliz.

9 de mayo de 2010

Discrepancias


Soy cobarde, egoísta, mentiroso, testarudo, débil, ególatra, cruel, manipulador, introvertido, desleal, orgulloso, vengativo, egocéntrico, maricón, dañino, carente de honor, inseguro, miserable ... y ¿maravilloso?