24 de marzo de 2010

Apuesta



Y el joven arquero aceptó la apuesta del tipo que lo desafió. El arquero tomó su arco, apuntó hacia el cielo, tensó con gran fuerza la cuerda del arco y luego disparó su flecha verde, esa que nunca le había fallado antes y que esperaba ésta no fuese la excepción.

- No creo que alcances los trescientos veinticuatro metros- le dijo el tipo al arquero.
- Tranquilo, la flecha ya está surcando el cielo... ahora sólo queda esperar ver hasta donde puede llegar.

2 comentarios:

  1. Me pregunto que tan bueno será el premio como para utilizar la flecha mas preciada

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  2. El premio suele ser tan bueno como lo que se sacrificó para lograrlo

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