30 de julio de 2011

Compañías en el camino



Caminando voy por noches blancas con dos mariposas en el corazón.

25 de julio de 2011

Te usaré una vez más



Así como lees; te usaré una vez más. Y lo haré porque eres con quién puedo desahogarme, me ayudas a ordenarme y por sobre todo no me esperanzo con una respuesta tuya que no llegará, debido a que sé de antemano que no puedes responderme.



La aceptación es algo que busco en cada rincón producto de una larga niñez y juventud familiar en donde no escuché más que desaprobación y comparaciones con el resto de la gente.


"¿Por qué no eres como tu primo?", "El hijo de mi amigo hace siempre esto y tú no", "Se nota que el único inteligente de la casa soy yo", "¡Pero usa la inteligencia!", "Igual te faltó para que estuviese bien"... voces en mi cabeza que se escuchan más despacio que antes, pero que se siguen escuchando.


Por ello mi ego está constantemente anhelante de un signo de aprobación, que me valide como un buen sujeto, como una buena persona, como importante para alguien. Y si aún me comparo con el resto es porque siempre me han comparado... nadie me ha mostrado otra forma de ser.


Existen instancias en las que siento que sobro, en las que me percato que no tengo nada que hacer en el lugar en donde estoy en ese preciso instante, como si la única forma de ser que me llena es ser imprescindible para el resto. Mucha hambre tiene mi famélico yo, un hambre que me duele tanto cuando la siento como cuando intento aplacarla.


Momentos que me recuerdan mis grupos colegiales no suelen ser gratos para mí. Sueno como si tuviese un problema sin superar (y sé que lo tengo), pero ver cómo el resto la pasa bien y yo no me afecta enormemente. Él con ella, tú con él, ustedes allá, todos formando parte de algo. Y me siento aislado, sobrante, tontamente solo, cuando yo no me siento parte de algo.


Un "quédate" hubiese sido tan confortante.


Un rato de postergación en favor del resto me ayuda a cargar pilas lentamente... siempre y cuando sienta que la otra persona está agradecida (no me son significativos los "gracias" de cliché) o logro ver que ésta se siente bien por mi gesto. Sí, en ocasiones hago cosas por un gracias, ya que éste me hace sentir como un niño que recibe un sutil y cálido cariño en el cabello. En esos instantes me hace feliz comprobar que le sirvo a alguien aunque sea como herramienta.


Melancólico, triste, un tanto abatido y agresivo como un animal que fue herido en lo profundo de su carne... creo que es mi forma de manifestar mi sentimiento de soledad, mi forma de gritar "ayúdame", mi forma en que el ego pide a alguien para mí.


Me hace sentir tonto recurrir a ti una vez más, pero siento que nuevamente me haz ayudado. Ahora respiraré, tomare un poco de agua y al rato volveré a leer esto para ordenarme. Sin embargo, ya me siento más ligero al vomitar parte de lo que sentía.

20 de julio de 2011

Hechos de taberna



De pronto se me vinieron a la memoria las cuantiosas aventuras vividas junto a los taberneros en ese mundo llamado Tierra Entera. Y es que el elfo Elenrrad, que surgió junto a ellos, ha sido uno de mis personajes que más ha marcado mi persona.



Combates feroces entre orcos o dragones, difíciles proezas a punta de arco y flechas, bufónicas humoradas en tabernas y palacios, misiones cumplidas y otras no tanto, sacrificios en pos del bienestar del grupo, camaradería constante y amistad que se iguala a la hermandad, son solo algunas de las situaciones que forjaron mi temple durante la adolescencia.


Qué noches acompañado de amigos, qué noches acompañado de dados y aventuras. Los paisajes y criaturas imaginadas volaban de una mente a otra. Juro que se veían las imágenes de nuestro mundo en el humo de tabaco que salía de las no pocas pipas de madera. Sin duda eran noches de primaverales flores mágicas.


El elfo Elenrrad ya forma parte de este mundo, pero si volviese a la Tierra Entera otra vez, de seguro estaría con su arco, con sus flechas y con su espada Fanaskar; el elfo volvería a ser el alto príncipe de Fanas y, sin duda, montaría nuevamente su caballo con tal de ayudar a quienes lo necesitan, sean taberneros o humildes ciudadanos de la gran Tierra Entera.

8 de julio de 2011

Con otros ojos



Me gusta más tu recuerdo que tu presente... ¿O quizás antes idealizaba tu actualidad?

6 de julio de 2011

¿Mejor me detengo?



Cada nuevo intento me va creando una fuerte frustración.

1 de julio de 2011

Reciprocidad



Hazme un gesto y no tardaré en responder, escúchame y de seguro te escucharé, preocúpate y yo sin duda me preocuparé... no hagas nada y, créeme, nada haré.



Es mi forma de protegerme de la gente que tantas veces ha jugado con mi interés, mis energías y mi cariño.